La creación de fragancias, la adaptación de estas a las necesidades de las empresas para conseguir un impacto emocional en los clientes que generase una mejor percepción de la marca y del producto o servicio por parte de este, ha sido objetivo principal de las empresas de márketing aromático durante esta última década.
El desarrollo vertiginoso del sector del márketing aromático que es a día de hoy parte de la estrategia de márketing de muchas empresas, incluidas grandes corporaciones que operan a nivel global, supone un gran reto.
Evitar la homogenización para dar respuesta adecuada a cada entorno y realidad culturales diversa, exige una propuesta diferenciada, que sea atractiva para los visitantes de un establecimiento en Nueva York, Dubai, Yakarta, Montevideo o los e-compradores de Oslo, Manila o San Francisco.
La paradoja es que aquello que sirve para el mercado estadounidense, no tiene por que ser una solución aromática adecuada para el mercado asiático o árabe. La uniformidad choca con la realidad cultural, las tradiciones, los gustos, las preferencias de cada país.
Asumiendo que no serán posibles ciertas economías de escala, es importante que las empresas que desarrollan productos del márketing olfativo tengan presente que las soluciones aromáticas serán mucho más efectivas y valoradas por los clientes si son capaces de generar un efecto simbiótico entre preferencias locales y la identidad olfativa de la marca.
La percepción de cada una de las notas que componen nuestra propuesta aromática difiere según la zona y país del mundo. Es tarea del especialista conocer estas diferencias y conseguir que la experiencia olfativa sea positiva para todos los clientes de la marca independientemente del país.
Desde e-arome trabajamos para poder dar respuesta adecuada a este reto, a partir de la información que nos proporcionan nuestros partners locales que nos ayudan a entender aquellos componentes que forman parte de la tradición y historia milenaria de cada uno de los países a los que ofrecemos nuestros productos.
