Durante la adquisición de velas, resulta crucial escoger el tipo de cera más adecuado para nuestros hogares. La cera que contenga nuestra vela va a ser quemada dentro de nuestra vivienda, por ello, es muy importante saber cuál elegimos ya que no todas las ceras al arder desprenden las mismas sustancias ni son igual de puras.
Se recomienda una única cera inofensiva no solo para nuestra salud, sino también para el planeta tierra. Esta es la cera de soja.
La cera de soja tiene su origen en el aceite de su legumbre, la soja. Al tratarse de un alimento vegetal, es la cera más sostenible y de producción más ética que se puede encontrar en el mercado. Es por ello, que su versatilidad y disponibilidad en todo el mundo la convierte en un producto accesible, además de 100% saludable. La vida útil de las velas compuestas por esta cera, son mayores que aquellas compuestas de cera de coco, la otra alternativa de origen más natural.
La cera de coco, es la más parecida a la cera de soja. Esta nueva cera en el mercado, carece de olor, pero es más cara y menos duradera que la anteriormente mencionada.
Otra cera extraída de manera natural es la cera de palma, que se obtiene de la fruta de palma. Tiene un nivel de fragancia alto. A pesar de esto, todos conocemos el gran impacto negativo que tiene esta planta en nuestra salud. Además, la adquisición de la cera de palma, se considera actualmente un subproducto de la deforestación, y, por lo tanto, una amenaza ambiental no solo para los bosques si no para los animales que habitan en ellos. No es nada recomendada.
La cera de abejas, que proviene de las colmenas de estos insectos, podría ser considerada también una cera a primera vista sostenible, sin embargo, al entrar en detalle vemos que en menor medida que la cera de soja. Las abejas, son consideradas vitales en nuestro ecosistema, que se encuentra a día de hoy en una situación cada vez de mayor riesgo ambiental. Cabe destacar que este tipo de cera desprende un aroma similar al de la miel, que, aunque resulte agradable, es muy difícil de enmascarar y no tan fácil de hacer predominar otro aroma.
Por último, la parafina. Habrán oído ustedes hablar de ella por su aroma tan atractivo, sin embargo, ¿sabían que esta tiene su origen en el petróleo? Su quema libera sustancias químicas nocivas y cancerígenas que pueden provocar problemas de salud. Cuando enciende una de estas velas, básicamente está encendiendo gasolina en su casa, dejando llenar sus habitaciones con humos tóxicos. Es cierto que se trata de la cera más barata y que arde durante mucho tiempo, pero desde luego, no es la más recomendable.
En conclusión, las velas de cera de soja son sin lugar a duda la mejor elección. Su origen vegetal natural, sin sustancias nocivas para la salud, y su producción no perjudicial para el ecosistema, la convierten en la mejor alternativa. Además, la encontrará fácilmente y su larga duración le saldrá rentable.
